Albóndigas en salsa blanca
¡Un plato de albóndigas en salsa blanca al que no te podrás resistir! Las albóndigas tiernas y jugosas se cocinan en una salsa suave y deliciosa hecha con nata, ajo y cebolla. ¡Ideal para una comida familiar o una cena con amigos!
Los imprescindibles para tus albóndigas
¿Listo para cocinar? Aquí te dejo los ingredientes que no pueden faltar para que este plato sea la envidia de cualquier chef.
- Carne picada – Ya sea de ternera, cerdo o una mezcla, asegúrate de que esté fresca. Yo siempre apuesto por la carne de mi carnicero de confianza, ¡marca la diferencia en la jugosidad!
- Miga de pan – Un buen pan rallado o incluso mejor, miga de pan del día anterior humedecida en leche, es el secreto para unas albóndigas que se deshacen en la boca.
- Leche – Solo un chorrito, pero esencial para conseguir esa textura tierna que todos buscamos en una albóndiga perfecta.
- Huevo – El pegamento de nuestra receta; une todos los sabores y nos da esa consistencia ideal.
- Ajo y cebolla – Finamente picados, son el alma de nuestras albóndigas. ¿Un consejo? Sofríelos antes de añadirlos para un sabor aún más intenso.
- Especias – La pimienta, la sal y una pizca de nuez moscada son el trío ganador para un sabor redondo y profundo.
- Para la salsa – No te olvides de la mantequilla, la harina y la leche. Recuerda que una pizca de nuez moscada al final es el toque mágico para una suave y seductora preparación.
Preparación de las albóndigas
¡Vamos a dar vida a las protagonistas de nuestra receta! Desde que mi abuela me enseñó a prepararlas, he estado enamorada de este plato tradicional. A lo largo de los años, he ido perfeccionando la receta y hoy, te la comparto con mucho cariño.
- Empecemos mezclando los ingredientes principales: carne picada jugosa, miga de pan para una textura suave y melosa, leche para mantener la humedad justa, huevo como ligante perfecto, y un toque de ajo y cebolla picados finamente para un sabor profundo e irresistible.
- No olvides agregar tus especias favoritas para darle tu toque personal y crear un auténtico manjar.
- Una vez que tengas todos los ingredientes listos, mézclalos en un bol con las manos. Recuerda que la clave está en trabajar bien la mezcla para que queden tiernas y jugosas. Mi secreto es dejar reposar la mezcla durante unos minutos antes de formar las albóndigas, ¡así se integran mejor los sabores!
- Forma las albóndigas con las manos humedecidas para evitar que se peguen.
- Intenta darles una forma redonda y uniforme, perfecta para sumergir en nuestra deliciosa salsa. Mi truco para lograrlo es hacer una pequeña bola con la mezcla y luego rodarla suavemente entre las palmas de las manos.
Cocción de las albóndigas
Cuando yo era pequeña, mi abuela me enseñó a cocinarlas al horno y desde entonces, he estado enamorada de esta técnica. Para mí, es la mejor forma de conseguir unas albóndigas tiernas y jugosas.
- Precalienta el horno a 180°C. Mientras tanto, prepara una bandeja y cúbrela con papel de hornear para evitar que se peguen. Esto también facilitará la limpieza después de cocinar. Consejo: Si quieres darle un toque extra de sabor, puedes rociar las albóndigas con un poco de aceite de oliva antes de hornearlas.
- Coloca las albóndigas en la bandeja preparada y hornea durante 20-25 minutos, o hasta que estén doradas y crujientes por fuera.
- ¡Recuerda! La clave de unas buenas albóndigas horneadas es no sobrecargar la bandeja. Si las apiñas demasiado, no se cocinarán uniformemente. Consejo: Si quieres asegurarte de que estén perfectamente cocidas, puedes pincharlas con un palillo. Si el jugo que sale es claro, ¡están listas!
- Una vez que las albóndigas estén listas, sácalas del horno y déjalas reposar durante unos minutos. Con esto, los jugos se redistribuirán y se asentarán antes de servir. Además, ¡estarán más jugosas! Consejo: Si se enfrían demasiado, puedes calentarlas de nuevo en la salsa blanca antes de servir.
- Finalmente, reserva hasta que tengas la salsa blanca. Consejo: Si la salsa se espesa demasiado al añadir las, puedes diluirla con un poco de caldo de pollo o agua.
Elaboración de la salsa blanca
¡Vamos a preparar juntos una salsa blanca deliciosa para acompañar nuestras albóndigas! Anímate a experimentar y darle tu toque personal a la salsa. ¡Verás cómo queda!
- Empezamos rehogando la cebolla y el ajo finamente picados en una sartén con mantequilla. Consejo: Si te gusta un sabor más suave, puedes pelar y cortar la cebolla en juliana y retirarla una vez esté transparente.
- A continuación, agrega la harina y cocina durante un minuto para eliminar el sabor crudo. ¡No te olvides de remover constantemente para evitar que se formen grumos!
- Ahora vierte el caldo poco a poco, sin dejar de remover, hasta obtener una salsa suave y homogénea.
- Por último, cocina a fuego medio-bajo durante unos minutos hasta que espese y adquiera una textura cremosa. ¡Lista para disfrutar con tus albóndigas!
Integración de las albóndigas y la salsa
¡Este es mi paso favorito! Una vez que las albóndigas estén cocidas y la salsa blanca esté lista, es hora de combinarlos y crear un plato delicioso.
- Añade las albóndigas a la salsa blanca . Con cuidado, ve incorporando las albóndigas cocidas en la salsa suave.
- Deja cocer a fuego lento durante unos minutos . Esto permitirá que se absorban los sabores de la salsa y se impregnen de su deliciosa esencia.
No tengas miedo de experimentar con diferentes ingredientes o especias para darle tu toque personal a esta receta tradicional.
Receta
Albóndigas en salsa blanca
Tiempo de preparación: 45 minutos
Disfruta de un plato clásico y delicioso con esta receta de albóndigas en salsa blanca, perfecta para compartir en familia.
Ingredientes
- 500 g de carne picada (ternera, cerdo o mezcla)
- 100 g de miga de pan (pan rallado o miga de pan del día anterior humedecida en leche)
- 1 huevo
- 1 cebolla pequeña finamente picada
- 2 dientes de ajo finamente picados
- 1 cucharadita de sal
- 1/2 cucharadita de pimienta negra
- Una pizca de nuez moscada
- Aceite de oliva para freír
Para la salsa blanca:
- 50 g de mantequilla
- 50 g de harina
- 500 ml de caldo
- 1/2 cucharadita de sal
- Una pizca de nuez moscada
Instrucciones paso a paso
- En un bol grande, mezcla la carne picada, la miga de pan, el huevo, la cebolla, el ajo, la sal, la pimienta negra y la nuez moscada hasta obtener una masa homogénea.
- Forma las pequeñas bolas con la mezcla y déjalas a un lado.
- Calienta aceite de oliva en una sartén a fuego medio y fríe las albóndigas hasta que estén doradas por todos los lados. Retíralas de la sartén y resérvalas sobre papel absorbente. También puedes hacerlas en el horno como te cuento arriba.
- Para preparar la salsa blanca, derrite la mantequilla en una cazuela a fuego medio. Añade la harina y remueve constantemente durante 1-2 minutos para formar un roux.
- Vierte el caldo poco a poco, sin dejar de remover, hasta obtener una salsa espesa y suave. Sazona con sal y nuez moscada.
- Agrega las albóndigas a la salsa blanca y deja que cuezan a fuego lento durante 5-10 minutos para que se impregnen bien de sabor.
Notas:
- Si prefieres una salsa más ligera, puedes usar leche desnatada en lugar de leche entera.
- Puedes acompañarlas de arroz, patatas o pasta, según tu preferencia.
- Se pueden guardar en el frigorífico hasta 3 días o congelar hasta 1 mes.