Albóndigas de berenjenas en Thermomix

Receta ↓ Ángela Solar

Las albóndigas de berenjenas en Thermomix son deliciosas, jugosas y sabrosas. Hechas con berenjenas, queso y cebolla, estas albóndigas son una receta fácil y perfecta para vegetarianos. ¡Tus invitados las adorarán!

Los ingredientes

¡Prepárate para sorprender con unas albóndigas de berenjenas  que serán la estrella de tu mesa! Para ello, necesitarás:

• Berenjenas – Escoge berenjenas que estén firmes al tacto y con una piel de un morado intenso, ¡son las mejores!
• Pan rallado – Si puedes, hazlo tú mismo en casa; su toque crujiente es insuperable y le dará a las albóndigas una textura perfecta.
• Queso – Yo me decanto por un queso parmesano bien curado para potenciar el sabor, pero si prefieres algo más suave, la mozzarella es tu aliada.
• Especias – Un buen pellizco de hierbas como orégano o albahaca y una pizca de pimienta negra molida harán que tus albóndigas pasen de ser simplemente buenas a extraordinarias.

Elaboración

¡Vamos a por unas deliciosas albóndigas de berenjenas en Thermomix! Es una receta sencilla y rápida, perfecta para aquellos días en los que no tienes mucho tiempo para cocinar.

1. Lo primero que haremos será cocinar las hortalizas. Para ello, puedes optar por asarlas en el horno o cocerlas al vapor en la Thermomix. Personalmente, prefiero asarlas, ya que así consigo un sabor más intenso y ahumado.
2. Además, ¡es muy fácil! Solo tienes que hacer unos cortes en la piel de la berenjena, ponerla en una bandeja de horno y hornearla a 200ºC durante unos 30-40 minutos, o hasta que esté tierna.
3. Una vez cocidas, deberás dejarlas enfriar un poco para poder manipularlas sin quemarte. Luego, retira la piel y tritura la carne con la Thermomix hasta obtener un puré suave.
4. A continuación, añade el pan rallado, el queso y las especias al puré de berenjenas y mezcla bien todos los ingredientes.
5. Si lo deseas, puedes sustituir el pan rallado por harina de garbanzos o de arroz para hacer la receta sin gluten. También puedes experimentar con diferentes quesos para darle un toque personal a tus albóndigas.
6. Humedece tus manos antes de darles forma para evitar que se peguen. Si la mezcla está demasiado húmeda, puedes añadir un poco más de pan rallado o harina. Si, por el contrario, está demasiado seca, puedes añadir un poco de agua o leche vegetal.

¡Ya tienes listas tus deliciosas albóndigas de berenjenas! Ahora, toca darles el toque final y cocinarlas. Tienes dos opciones para ello: en sartén o en horno. Ambas te darán un resultado delicioso, así que elige la que más te guste o la que mejor se adapte a tu disponibilidad de tiempo y utensilios de cocina.

Personalmente, me encanta cocinar las albóndigas en sartén. Recuerdo cuando era pequeña y mi abuela las hacía así. El olor a berenjena y queso fundido inundaba la cocina y hacía que mi boca se llenara de agua.

Para cocinarlas en sartén, calienta un poco de aceite en una sartén antiadherente a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté caliente, añade las albóndigas y cocínalas hasta que estén doradas por todos los lados, aproximadamente 3-4 minutos por cada lado.

Si prefieres una opción más sencilla y sin tanto olor en la cocina, te recomiendo cocinarlas en el horno. Precalienta el horno a 200ºC y coloca las albóndigas en una bandeja forrada con papel de hornear. Hornea durante 15-20 minutos, o hasta que estén doradas y crujientes por fuera.

¡Has llegado a mi parte favorita del proceso! Ahora que ya tienes tus deliciosas albóndigas listas, es hora de presentarlas de manera atractiva y encontrar el acompañamiento perfecto.

• Para una presentación espectacular, sirve las albóndigas en un plato hondo rodeadas de salsa de tomate casera y espolvorea con queso parmesano recién rallado. ¡Tus invitados se chuparán los dedos!
• Si prefieres una opción más ligera, opta por acompañarlas con una ensalada verde fresca y aliñada con aceite de oliva, vinagre balsámico y hierbas aromáticas. ¡Una combinación perfecta!
• Otra idea estupenda es servir estas delicias en brochetas, intercalándolas con tomates cherry y hojas de albahaca. ¡Ideal para una cena informal o una fiesta!

En cuanto a las salsas, aparte de la salsa de tomate casera, también puedes probar una salsa de yogur con menta y limón, o una cremosa salsa de queso azul. ¡Las opciones son infinitas!

Y recuerda, no tengas miedo de experimentar con diferentes acompañamientos y salsas para encontrar tu combinación favorita. Después de todo, la cocina es un juego de prueba y error.