Albóndigas en salsa amarilla

Receta ↓ Ángela Solar

Una joya culinaria para tu mesa, las albóndigas en salsa amarilla son ese plato que siempre te hace quedar bien. Con su sabor casero y una textura que se deshace en la boca, se convierten en el protagonista de cualquier comida.

La receta es un juego de niños, y en menos de lo que canta un gallo tendrás un plato rebosante de sabor listo para disfrutar. Además, su versatilidad es tal que puedes acompañarlas de lo que más te apetezca: arroz, pasta o incluso para picar entre horas.

Siempre me ha gustado experimentar en la cocina, y por eso te sugiero que pruebes las albóndigas de coliflor, una alternativa ligera y rebosante de sabor. Y si lo tuyo es el sabor intenso, las albóndigas en salsa al vino tinto nunca fallan.

Para cerrar con broche de oro, te invito a descubrir la receta de bizcocho de manzana y yogur, un postre que enamora y que es el complemento ideal para una comida inolvidable.

Los imprescindibles para tus albóndigas

Para triunfar con estas albóndigas en salsa amarilla, necesitarás ingredientes frescos y de primera calidad. Aquí va la lista de lo que no puede faltar en tu cocina.

• Carne picada – Tanto si prefieres la ternera, el cerdo o una mezcla de ambos, lo importante es que sea de calidad. Lograrás un plato jugoso que causará la admiración de tus invitados.
• Miga de pan y leche – Este dúo es el secreto para unas albóndigas tiernas y esponjosas. La miga de pan empapada en leche hará que retengan la humedad y no queden secas.
• Huevo – El pegamento de la receta, para que tus albóndigas no se desmoronen al primer bocado.
• Ajo y perejil – Porque sin ellos, ¿qué serían? Aportan ese sabor casero que todos adoramos.
• Especias – Un toque de pimienta negra molida y nuez moscada rallada en el momento elevarán tu comida a otra categoría.
• Para la salsa amarilla – No olvides la cebolla, el azafrán o colorante para darle ese color tan característico, y un buen caldo de carne que sea el alma. Un poco de harina te ayudará a conseguir la textura perfecta.

Forma perfecta y jugosa: ¡Preparación de las albóndigas!

A continuación, te mostramos cómo dar forma a unas deliciosas albóndigas y cocinarlas a la perfección:

1. Mezcla cuidadosamente los ingredientes de las albóndigas en un bol grande. (Opcional: Deja reposar la mezcla en la nevera durante 30 minutos para que las albóndigas queden más compactas)
2. Forma las albóndigas con las manos humedecidas para evitar que se peguen.
3. Cocina las albóndigas en una sartén antiadherente con un poco de aceite, hasta que estén doradas por todos lados.

Elaboración de la salsa amarilla

Para preparar la deliciosa salsa amarilla para tus albóndigas, sigue estos pasos:

1. Prepara un sofrito dorado con cebolla y ajo finamente picados. Recuerda sofreír a fuego lento para que los sabores se desarrollen completamente.
2. Añade los ingredientes para la salsa, como el azafrán o colorante , el caldo de carne y la harina , mezclando bien para evitar grumos. Asegúrate de usar un caldo de buena calidad para que la salsa esté rica y sabrosa.
3. Cocina a fuego medio hasta que espese y tenga una textura suave y brillante. Si la salsa queda demasiado espesa , puedes añadir un poco más de caldo de carne para diluirla. Si quieres darle un toque de sabor extra , puedes añadir un poco de pimentón dulce o una pizca de comino.

Combinación de albóndigas y salsa

¡Llegamos al momento más emocionante de la receta! Una vez cocinadas las albóndigas a la perfección, y teniendo la salsa preparada, es hora de combinar ambos elementos.

• Asegúrate de añadir las albóndigas a la salsa y dejar que se cocinen juntos durante unos minutos para que se integren los sabores. Esto hará que absorban todo el sabor de la salsa y se conviertan en una delicia.
• Rectifica la sal y ajusta el espesor a tu gusto. Si está demasiado espesa, puedes añadir un poco de caldo de carne para diluirla.

¡Y listo! Ya tienes un plato de albóndigas en salsa amarilla perfecto para disfrutar en familia.